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martes, enero 05, 2016

Antibióticos macrólidos y riesgo cardiovascular

Antibióticos macrólidos y riesgo cardiovascular
Meta-análisis publicado en JACC y que repasa la posible relación entre la administración de antibióticos macrólidos y el riesgo de muerte súbita, taquicardias ventriculares, así como su potencial influencia con la mortalidad cardiovascular y de cualquier causa.
Antibióticos macrólidos y riesgo cardiovascular

Trabajo chino que incluyó estudios publicados entre 1966 y 2015, sin restricciones. Incluyeron aquellos trabajos en los que se estimaron riesgos relativos con sus intervalos de confianza. Así, los investigadores identificaron 33 estudios, con más de 20 millones de pacientes incluidos en total. 

Cuando se comparó los pacientes que tomaban macrólidos con aquellos que no lo hacían se objetivó un riesgo incrementado de taquiarritmias ventriculares o muerte súbita (Riesgo relativo de 2,42; intervalo de confianza95%: 1,61 a 3,63), significativo para ambos componentes de esta variable, muerte súbita (Riesgo relativo de 2,52; intervalo de confianza95%: 1,91 a 3,31) y taquicardias (Riesgo relativo de 1,31; intervalo de confianza95%: 1,06 a 1,62). En cambio, no se apreció relación con mortalidad global de todas las causas u otros eventos cardiovasculares.

Desglosando por antibióticos concretos, el riesgo relativo de muerte súbita o taquicardia ventricular fue de 3,4 para azitromicina, 2,16 claritromicina, y 3,61 eritromicina, respectivamente. No se observaron efectos cardiovasculares adversos en este sentido con roxitromicina. En resumen, el tratamiento con macrolidos en este meta-análisis se asoció con 118,1 muertes súbitas/taquicardias ventriculares o 38,2 muertes cardiovasculares adicionales por millón de tratamientos.

Interesante estudio que, sin embargo, adolece de muchas limitaciones evidentes, pues engloba decenas de estudios con diseños muy diferentes, en un periodo de tiempo muy amplio y no evalúa los pacientes a los que salva la vida o previene complicaciones de otro tipo el antibiótico. No obstante, supone una llamada de atención, sobre todo y más marcada probablemente en determinados enfermos de riesgo, para el uso de ciertos fármacos (aquí hay que incluir todos tipo de sustancias, de farmacia, herbolarios, etc.) que de ser necesarios deben emplearse con cautela y las precauciones adecuadas.
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Comentario del Dr. Iván Núñez Gil licenciado en Medicina por la UCM de Madrid (Premio Extraordinario). Actualmente trabaja como cardiólogo intervencionista con interés en cuidados agudos cardiovasculares en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid